En una de las últimas jugadas del segundo amistoso, se le desprendió la bijou que usa el defensor en su oreja. Con signos de preocupación, el Negro pidió ayuda a un grupo de personas, a ver si lo encontraban.
Fue una búsqueda intensa, pero en menos de dos minutos, localizaron el arito y todos felices. A diferencia de Diego Maradona en Escocia, quien le regalo a un purrete escoces su gorro y guantes cuando encontró la cadenita de Gago, Ariel agradeció efusivamente y se fue, con una sonrisa de oreja a oreja, al vestuario.