CONCLUSIONES

La del miércoles fue una noche agitada. Primero, Eduardo Fenocchietto, a través de una orden judicial, decidió restringir el ingreso al club. Por la puerta de Avenida San Martín y Tinogasta, sólo los que eran socios podían pasar a las instalaciones. Por la de Avenida Beiro, con mostrar un carnet, podía entrar esa persona y un acompañante.

Como si esto fuese poco, parapetados en la entrada de autos, el Sub-Comisario y dos agentes de la seccional 47, con la colaboración de los empleados, estos presionados por sus superiores, con lista en mano, iban filtrando algunos nombres y apellidos que tenían impuesto el derecho de admisión.

Insólita e inédita medida del Órgano Fiduciario. Gracioso porque a la mañana esto brillo por su ausencia y en la noche, enterados de la realización de la Asamblea, se montó todo este circo. Igual, ingenuo de los organizadores pensar que la misma se podía hacer el club. El que debe dar la autorización es el intendente Julio Frioni y él responde a Fenocchietto. El no era un hecho desde el vamos.

Pese a todas estas absurdas trabas, finalmente, la reunión se llevo a cabo en la entrada de Avenida San Martín y Terrada.

Lo más saliente fue que se llego a un entendimiento para formar la Comisión Ad-Hoc. Esta contará con un representante de cada disciplina federada (al no estar presente todas, insólitamente, todavía no publicaremos la lista porque faltan la aprobación en particular de algunos miembros), un representante del barrio, un representante de los hinchas, un representante del Instituto Educativo Comunicaciones y otro por los socios que no están vinculados a ninguna actividad.

Esta mesa chica será la encargada de debatir todas las novedades que surjan. La idea es planificar las acciones, unificar criterios y establecer un proyecto serio.

Es vital que aquellos que se han comprometido, cumplan con su palabra y estén en todo momento. El club, en este momento, más que nunca, nos necesita y si nosotros no cooperamos, difícilmente los de afuera nos ayuden.