Con la bronca muy a flor de piel, podríamos escribir cientos de líneas explayándonos sobre este GROSERO HORROR pero creemos que con esta imagen esta todo dicho. Según Germán Bermúdez, el árbitro del encuentro, por normativa de la FIFA, ante un tiro libre, el juez de línea (Octavio Stewart Usher) debe posicionarse en la misma línea de la barrera y no de la de meta. Pese a su ubicación es inconcebible como el asistente 1 no haya observado (o en su defecto, intuido por las características del disparo) que la pelota entró en su totalidad, ya que, por la fuerza que llevaba el impacto de Lucas Banegas, cuando esta pegó en el travesaño, picó adentro (hasta los suplentes del local, ubicados detrás de la valla de Anconetani, se dieron cuenta y en vez de seguir la segunda jugada, se quedaron mirando al referee) y salió disparada, con una violencia inusitada, hacia atrás. Después llegaría el gol, de cabeza, invalidado a Franco Romero por supuesto offside.
Bermúdez se encontraba en diagonal a la jugada, sin futbolistas que lo obstruyan en el campo visual, por lo que la acción la vió clarita. Encima tiene el tupe de decir algo fuera de lugar en plena protesta del plantel aurinegro.
Estamos acostumbrados a que, desde todos los ámbitos, nos pongan palos en la rueda pero si hay algo por lo que se caracterizó, en estos últimos años, Comunicaciones es por enfrentarlos y superarlos. Si esta BURRADA (otro termino no encuadra mejor) queda en la anécdota futbolera es porque el Cartero logró remontar un barrilete de plomo y zafó de todo. Hoy, Bermúdez y Stewart Usher nos privaron de sumar tres valiosos puntos y, para colmo, los de abajo ganan y quedamos ahí nomás del descenso. Evidentemente a Comunicaciones, en Ezeiza, le hicieron pagar el precio del poder.