Se necesitaban tres puntos para empezar a recuperar la confianza perdida y hacia Vicente López fuimos. Los dos equipos necesitaban ganar con urgencia porque la situación de ambos no soportaba un traspié más.
Tras un duro reto dirigencial, uno esperaba ver otra cosa de Comu y más después de recibir seis goles en dos juegos. El terrible arranque de Platense y la localia, lo obligaba al Calamar a salir con los tapones de punta y así lo hizo durante gran parte del PT. Tense era el amo y señor del partido. Ejercía con comodidad la tenencia del balón y volcaba sus ataques por el sector izquierdo de la última línea aurinegra. El tandem Banegas-Demaio no hacia pie y el local lo aprovechaba hasta ahí. Construia bien la jugada, a base de tres o cuatro toques, pero no era claro al pisar al área. Otarola descolgó un centro de Montero y después Goku le atajó un remate a Parisi. ¿Qué hacía el Cartero? Nada. Atrás, aguantaban el envión del equipo de Marcelo Espina. En el medio no había oposición en el mano a mano, cero recuperación para después construir juego y los delanteros, fastidiados, bajaban a dar una mano hacia el círculo central. En pocas palabras, muy malo (por no decir, paupérrimo). Pizzo se desesperaba en el corralito y quería entrar al campo para despertar a sus jugadores porque si el marrón convertía, no había punto de retorno. Lo más destacado de la visita en esa etapa fue un remate de Romero, tras la asistencia de Avalos, que desvió al corner el Oso Sánchez. Tense replicó con Montero, aunque el ex Los Andes falló en el instante clave. La historia se cerraba con un Calamar ampliamente superior al Cartero, que si no cambiaba radicalmente se encaminaba a una nueva caída.
Con todo lo que había que hablar, los 15 minutos del entretiempo iban
a resultar insuficientes. El DT apostó por los 11 iniciales, pese a que movió el banco durante mucho tiempo. La señal de confianza fue muy clara pero tampoco provoco efecto en sus dirigidos. Todo era de Platense. Presionaba, insistía pero no gravitaba a la defensa rival. El primer susto del complemento nos lo dio Parisi pero estaba adelantado cuando anotaba el tanto. Al toque, llego la respuesta de Comu: Maxi Acosta, entrando libre al área por la derecha, pateó un débil remate que controló el golero. El Calamar quiso revancha y la tuvo: Juan Pablo Rial
-entró por Castano- remató y cuando la iba a empujar Parisi, apareció Minguillón y la sacó en la línea de sentencia. Todo hacia presagiar lo peor porque no había respuesta.
Espina se la jugó con los cambios porque el 0 a 0 no le servía ni un poquito. Platense atacaba con mucha gente y defendía con poca, lo que marcaba que si Comu se lo proponía, podía hacer mucho daño. Pero nada. A menos de 15 minutos del final, el Tano mando al Lele Staino
y al Tincho Civit por Demaio y Avalos, respectivamente. A la contra apostó e hizo saltar la banca. El ex Español recibió cerca del área y se recostó por la derecha, se sacó de encima la marca de Pusineri, envío el centro atrás, para que Chiquilito marcara el único tanto del partido con un fuerte remate. Golazo y a cobrar. Vicente López era un polvorín y Agronomía una fiesta.
De no creer. Podríamos compararlo con una situación digna de una salida de sábado. Platense franeleo, toda la noche, con el gol pero no concretó y Comu, que fue a ver que pasaba, se la llevo y lo dejo sin nada. La realidad es Comu no jugo para nada bien. Una vez, la diosa fortuna pateó para nuestro lado y eso es lo que importa. Fue una semana muy dura, con visita a Agremiados incluida, y por eso se valoran más los tres puntos. Ahora a recuperar confianza y juntar fuerzas para empezar a sumar y levantar el nivel de juego, por que jugando así se perderán más partidos de los que se ganarán.