Sabiendo que Territorio Cartero era la única transmisión radial en vivo (La Hora Tricolor sigue al equipo sólo de visitante y a veces; con la particularidad de que la hacen ellos mismos y no creo que en Agronomía sean ubicados en un lugar tan malo) y las radios AM que cubren al fútbol de ascenso estaban con las mieles de primera, no tuvo mejor idea que ubicarnos en la última cabina de las escasas cinco que cuenta este club. ¿Qué tiene de malo?, se preguntará. Es la cabina que linda con la popular local. Una locura.
¿Por qué no ocupamos otra cabina, si había dos de sobra (Prensa y Voz del Estadio ya tenían su lugar definido)? Porque como no somos los dueños de casa, nos ubicamos donde nos asignaron y durante TODO el partido, tuvimos que soportar insultos hacia al club (Brown debe dar las gracias de poder mantenerse en la Primera B, una categoría que le queda enorme) y hacia a nuestras personas. Menos mal que no hizo un gol Comunicaciones porque la historia podría haber sido aún peor. Ojo, uno se banca las reglas del juego (y más si sos visitante) pero había chicos (que serían bueno que agarren un libro y dejen la play) y gente grande (que increiblemente se cagan en la buena educación de sus hijos y se comportan como nenes de 10 años) que lo único que hacían era cargarnos a nosotros y nunca miraban lo que pasaba dentro de la cancha. Unos idiotas.
Nuestro club, en peores condiciones de infraestructura (ni hablar de lo económico) que Brown de Adrogué, se dio el gusto de ganar un premio por la mejor atención. Eso nos da orgullo. Lo que nos sucedió, el sábado pasado, nos da asco y vergüenza. Más en un club, donde informarse del día a día, es una utopía.
Marcelito, todo vuelve. Si queres joder a la gente, hacelo en tus asuntos personales y no con él laburo de uno. Le pedimos que pusiera un freno a todo esto y se hizo el distraído.
Que nos ganaremos el odio de Amitrano y su gente, está claro, pero no la íbamos a dejar pasar. Nos vemos en Agronomía.