Pese a que es inminente el partido ante Acassuso, todavía perdura la bronca por el traspié ante Defensores de Belgrano. El plantel entrenó, este lunes, en el gimnasio de básquet, debido a la torrencial lluvia caída en horas de la tarde. En la práctica (la cual contó con actividades fisícas y deportivas) se pudo apreciar que la batalla de Núñez no dejo ningún soldado herido. Tampoco tiene suspendidos por lo que Eduardo Pizzo tiene casi (excepto los averiados Casini, De la Canal, Gentinetta y Monrroy) todo el plantel a su disposición.
Todavía es algo apresurado dar una formación para el miércoles. Lo que si podemos confirmar es que habrá, como mínimo, dos cambios. Uno de los tres delanteros saldrá del equipo y le dará paso a un volante con más dinámica y juego. La defensa podría sufrir modificaciones, al igual que el mediocampo.
Los gestos de preocupación, el sábado pasado, en el banco visitante del Juan Pasquale fueron más que elocuentes. Más allá de la protesta por la falla arbitral, el DT sigue sin entender porque se jugó tan mal. En los últimos 270 minutos (Sarmiento, Flandria y Defensores), solamente se generaron cinco situaciones de gol. Nadie nos lo contó, lo vimos con nuestros ojos. Es un signo de alerta. Y si Comunicaciones -pese a las distintas pruebas que se realicen en los entrenamientos- no puede encontrar sociedades futbolísticas, que al menos sepa que hacer con la pelota en los pies. Este martes habrá novedades y sabremos si el Tano metió mano a fondo o retocó poco y nada.