QUE LOS CUMPLAS FELIZ

Territorio Cartero saluda al Club Comunicaciones en sus primeros 80 años de vida.

El domingo 15 de marzo de 1931, un grupo de empleados de Correos y Telégrafos (Américo Antonietti, Ricardo E. Bragagnolo, Fernando Carbó, Atilio Spina, Simón Reidel, Eulogio Pozo, Marcos J. Cassellini, José Rotondo, Abel Cayo Anagotti y Angel Duro) le dieron vida a la nueva entidad, la que fue bautizada como Club Atlético Correos y Telégrafos. Su primer lugar físico fue un predio de 2 has y media en Republiquetas al fondo, luego 1050 (ubicado en el barrio porteño de Núñez).

En la Asamblea del 29 de Octubre de 1953 fue cambiado el nombre de
la institución por el de Club Ministerio de Comunicaciones, pero al no aceptarlo la Inspección General de Justicia por tratarse de una entidad civil, es entonces que se lo simplifica por Club Comunicaciones. En esa misma asamblea se ratificaron los colores actuales, el amarillo y negro, como distintivo del Club por ser los colores internacionales del correo. El apodo de los Carteros surgió, obviamente, por haber comenzado siendo el Club de los mismos.

A principios de la década del 60 y gracias a un petitorio al Gobierno de la Nación, el Poder Ejecutivo, por decreto, le otorgó a Comunicaciones 20 hectáreas de los terrenos que circundaban a la Facultad de Agronomía y Veterinaria, entre Zamudio, Tinogasta, San Martín y Terrada. Estó atrajó a la comunidad entera y el Cartero, en 1971, alcanzó la friolera suma de 60.000 socios.

Sería muy egoísta hablar de los logros de fútbol y no hacer referencias a las numerosas disciplinas deportivas que han colocado al aurinegro en lo más alto del deporte nacional e internacional.

Así como la vida institucional del Club se vio incrementada en los últimos 20 años con el nacimiento del Instituto Comunicaciones, un colegio primario y secundario que el aportó una gran actividad social y afianzó los vínculos con el barrio.

Lamentablemente, el Club no ha podido soportar la enorme cantidad de gastos que tuvo que enfrentar y la considerable merma en su caudal de socios (en la actualidad son 3.000 los que pagan su cuota). En el 2000, con la sanción de la Ley 25.284, el Club fue intervenido judicialmente y se decretó la quiebra de la institución, con la creación de un Fideicomiso de Administración con control judicial.

Casi 11 años después, con una situación económica mucho más holgada y próspera, la vida de Comunicaciones sigue dependiendo de un juez, que tiene en sus manos tres propuestas de oferentes para hacerse cargo del gigante de Agronomía. Ni Moyano ni Hadad, Comu debe volver a estar en manos de sus socios porque ellos son sus legítimos dueños.
Los mismos que en todo este tiempo le han dedicado esfuerzo, tiempo y dinero para mantener lo más dignamente posible este monstruo enclavado en plena Ciudad de Buenos Aires. Miren que han pasado jueces, abogados, gente de muchísimo peso económico y político con ganas de quedarse con nuestro lugar en el mundo, pero seguimos resistiendo. El sentimiento se impone a los millones de pesos que se manejan. Mientras haya una persona viva, que ame al Club como lo ama cada uno, nada ni nadie nos lo va a quitar.

Este es un espacio verde para la familia y la recreación. Nada de negocios sucios. Por eso, en estas horas de alegría y festejo, alcemos las copas y pidamos que muy pronto todo se normalice. Comu es de su gente!!!