Muchas son las críticas de la gente en nuestro foro, en su mayoría duras, hacia el trabajo que ha realizado la dupla técnica Scoglio-Cassano desde que asumió cuando se fue Pizzo hasta este último partido con Suárez.No me parece atinado caer en lo que muchos cayeron. En esto de decir que los técnicos son corruptos, que los jugadores pagan y que se ponía a los que eran de alguna manera representados por ellos. No me parece que el análisis debe ir por ese lado primero porque nadie tiene pruebas de estas serias acusaciones y segundo porque los que generaron estos rumores son los que no pudieron aguantarse la presión de trabajar al lado de alguien con el que tenían diferencias y pegaron el portazo sin que nadie los eche. Si querían al club como decían se deberían haber quedado.
Creo que aspectos negativos hay varios. Uno fue haber cambiado el esquema de un día para el otro. Pizzo jugaba con 3 en el fondo, con 4 volantes, un creador y dos puntas. La dupla prefirió resguardarse un poco más poniendo 4 atrás, 4 en el medio y dos arriba. Así. el equipo perdió presencia en el área contraria.
Algo poco entendible fue por qué muchos de los que venían siendo figura con el DT anterior, luego casi no jugaron. Me refiero a los casos de Pighin, Castro, Martinez y Ceballos, entre otros. De sobre gustos no hay nada escrito, pero la realidad es que los entrenadores no sólo apartaron mucho a estos nombres porque no los convencía su manera de juego, sino porque si alguno de éstos tuvieron algún problema familiar o alguna pequeña lesión en la semana que algún día de la misma no les permitiera entrenar con normalidad, ya para el sábado quedaba descartado. Una medida que me parece demasiado drástica. Los que hacen la diferencia en el equipo creo que deben jugar, aunque no hayan entrenado a la par de sus compañeros.
Lo último negativo es la relación con los referentes del plantel. Y tampoco me voy a meter en el rumor de que no lo bancan a Scoglio y de que no le dan bolilla. Sólo señalar que por lo que se veía en las prácticas y en los encuentros, la dupla no se acercaba a los de experiencia para marcarles algunos conceptos para que éstos dentro de la cancha los apliquen con los más jóvenes. Como digo, esto no es ningún rumor sino lo que uno ve en el día a día. Si alguno piensa que los DT no tenían charlas particulares con los referentes, porque estos no le daban bolilla, allá ellos.
Pasando a los positivo, hay que remarcar que los números de Cassano y Scoglio al frente de Comu no fueron malos. 2 victorias, 6 empates y 2 derrotas fue el saldo. Haber sumado en la mayoría de los partidos, sirvió para llegar a estos 26 puntos que no son rechazables teniendo en cuenta los problemas extra futbolísticos de público conocimiento que hubo en el medio.
Y otra cosa que se vio positiva, sacando algún que otro partido como el último, fue la actitud y la garra del equipo, a diferencia de cuando estaba Pizzo. Desde que la dupla asumió se vio un equipo con un esquema más conservador, como dijimos anteriormente, pero lo que se notaba era que los 11 que entraban al campo de juego dejaban la vida en cada pelota, peleaban hasta decir basta y se concentraban mucho más que con el técnico anterior. Algo que parece insólito que pase si es que como algunos dicen la relación entre plantel y cuerpo técnico no es la mejor. Porque generalmente en esas situaciones inconcientemente el equipo baja el ritmo. Pero en este caso, se podía discutir la forma de juego, pero no las ganas que ponía el equipo desde que arrancó el interinato técnico.
Quedará en manos de los dirigentes saber que será de la vida de Claudio y Sebastián. Uno cree que la Sub Comisión analizará dos aspectos clave antes de decidir si seguir con los que están o traer alguien: lo futbolístico y lo económico.
Román Grinstein