¿VA PARA LARGO?

EXCLUSIVO - TERRITORIO CARTERO

El abogado Dr. Eduardo Fenocchietto, ante la consulta de gente vinculada al club, aseguró que el Órgano Fiduciario seguirá manejando los destinos de Comunicaciones por un año más.

Ese estiramiento de plazos se debe a que el Juez D´Alessandro hizo lugar al recurso de apelación, interpuesto por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, contra la resolución dictada en primera instancia el día 28 de abril de 2011.

Cabe destacar que la oferta presentada, en su momento, por el GCBA ofrecía un millón de pesos más que la de la Asociación Mutual de Trabajadores Camioneros 15 de Diciembre. Pero yendo al verdadero espíritu de la Ley Nº 25.284 (Régimen Especial de Administración de las Entidades Deportivas con Dificultades Económicas), la del estado porteño tiene clara ventaja por sobre la del gremio camionero porque el Club Comunicaciones sobrevive (en la nueva propuesta, con otra razón social) y conserva sus socios, previéndose la incorporación a su estatuto de mecanismos de selección de autoridades más democráticos. En cambio, la oferta de la Mutual estableces que, a fin de ser incorporados en el nuevo club, los actuales socios deberán presentar una solicitud por escrito y cumplir con determinadas condiciones. Parece ser que el Juez se apartó de la letra fría de la ley, privilegiando una interpretación que atendiera mejor a sus fines.

Hablando en términos futboleros, la pelota la tiene la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial. Cuando y como se expedirá ante este recurso, es una incógnita. Ojo, ya que en el caso de un hipotético pronunciamiento adverso, el GCBA llevaría el caso ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, por la vía del recurso extraordinario, algo que no tiene antecedentes.

Lo importante es que desde adentro del OF están manejando ese dato. Esto no quita que antes del próximo 7 de Julio, la Legislatura deba si o si aprobar el nuevo proyecto de Ley (sería tratado en el recinto el jueves que viene) y velozmente ser presentado en el expediente. La clave está ahí. Si no, lo escrito en líneas anteriores, será en vano.